25/04/08
Luis Blanco Crespo.
El 11
de abril, una marcha opositora recorre las calles de Caracas con un solo
objetivo: desestabilizar a la Revolución. Los dirigentes de esta concentración
cambian su rumbo y envían a los opositores al palacio presidencial donde en ese
preciso momento se llevaba a cabo una manifestación revolucionaria en apoyo al
Comandante Chávez.
Las dos
concentraciones están separadas por una distancia de 500 metros y
sorpresivamente son asesinados manifestantes chavistas y de oposición. Los
militares fascistas en conjunción con los dirigentes de la marcha opositora y
la CIA habían colocado francotiradores en los edificios aledaños al Palacio de
Miraflores. Existe un clima de confusión en Caracas. Es mostrado un video
grabado con anterioridad por algunos militares de las Fuerzas Armadas donde se
pronuncian sobre los muertos en las calles (antes de que esto ocurriera) y se
declaran en contra del Gobierno Bolivariano.
El
Comandante Chávez transmite una Cadena Nacional de Radio y Televisión llamando
a la calma y pidiendo el cese de la violencia; pero la contrarrevolución logra
intervenir la señal y lo sacan del aire. Venezolana de Televisión (VTV), único
canal del Estado para aquel entonces es invadido y saqueado por los fascistas,
y a partir de ese momento las informaciones son monopolizadas por los medios
privados.
Llega
la noche, amenazan con que si Chávez no renuncia será bombardeado el palacio
presidencial, El Comandante Bolivariano había aceptado morir por su pueblo. Se
vislumbra el fantasma del golpe militar contra Allende. Una llamada oportuna
del Comandante Fidel le hizo comprender a Chávez la necesidad de preservar su
vida y de no renunciar.
Chávez
toma el consejo y no renuncia, es secuestrado y llevado a rumbo desconocido.
Venezuela
amanece confusa el 12 de abril, en los medios de comunicación privados aparecen
con los titulares amarillistas: “el comunista renunció. Venezuela recobró su
libertad”. Todos los periodistas contrarrevolucionarios hablaban sobre la
renuncia de Chávez pero nunca presentaron prueba alguna.
En el
transcurso de este día, el líder empresarial y fascista Pedro Carmona en un
conciliábulo contrarrevolucionario se auto juramenta presidente, elimina la
constitución, disuelve la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia,
se le quita el término de Bolivariana al nombre de la nación, y en el salón
presidencial es retirado el retrato de Simón Bolívar.
Y así comienza
la fuerte represión contra el pueblo y la persecución contra los líderes
revolucionarios. En la tarde aparece una
carta: Hugo Chávez no renunció y está secuestrado en el archipiélago de la
Orchila.
Gracias
a la hija de Chávez, al programa la Mesa Redonda y al Comandante en Jefe Fidel,
la verdad sale a la luz pública y el mundo se entera lo que ocurre en Venezuela.
El día 13 millones de personas salieron a las calles exigiendo el regreso de su
Presidente; la Guardia de Honor y el Ejército Nacional asaltan el palacio
presidencial y destituyen al gobierno de facto y restituyen las instituciones
públicas. Diosdado Cabello (el Vicepresidente legítimo) asume la magistratura
de la nación y con ayuda de Fidel Castro coordinan el rescate de Hugo Chávez
quien vuelve al poder con su pueblo en la madrugada del 14 de abril. Desde ese
momento el pueblo venezolano ha tomado la firme determinación de defender su
proceso revolucionario, a su Comandante en Jefe, para la construcción
progresiva de la nueva sociedad, rumbo al socialismo.
Por eso
es que todos los años conmemoramos el 13 de abril con el nombre del “Día del
rescate de la Dignidad Nacional”
¡Hasta la Victoria Siempre!
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