Nuevamente
el mundo se estremece ante el fantasma de una nueva guerra imperialista. El
imperio yanqui y sus lacayos mercenarios de la OTAN preparan un ataque militar
contra el hermano pueblo de la Gran
Jamahiriya Árabe Libia Popular y Socialista.
Desde hace algunos meses atrás el escenario de un
conflicto en Medio Oriente ha sido preparado por los imperialistas norteamericanos
con la finalidad de apropiarse de las importantes reservas petroleras que
existen en esa región del planeta. Los Estados Unidos han tropezado en sus
ambiciones con naciones dignas, musulmanas, antiimperialistas como Irán, Siria,
Argelia y Libia, países con países y gobiernos que han sabido decirle ¡basta! a
los norteamericanos, a los colonialistas europeos y han sabido transitar por el
sendero de la independencia nacional.
Como todo imperio los Estados Unidos mantiene peones
en las distintas regiones geográficas del planeta, en Medio Oriente podemos
encontrar en especial a Israel y a Egipto.
Esta última nación, geopolíticamente importante para
los intereses transnacionales vivió momentos revolucionarios en las últimas
semanas. El gobierno proyanqui de Hosni Mubarak que estuvo casi dos décadas
sojuzgando a su pueblo y entregando sus riquezas a monopolios internacionales
fue derrocado por las masas populares que supieron aprovechar las condiciones
objetivas y subjetivas y emprendieron el camino hacia la liberación nacional.
Tras la eliminación de este peón geopolítico del
imperio, éste ha planteado la estrategia de financiar mercenarios con la
finalidad subvertir el orden constitucional en los países vecinos y
antiimperialistas para así apoderarse de
los importantes recursos naturales del Medio Oriente. La campaña mediática ha
sido fundamental para vender al mundo una crisis gubernamental de tales
extremos que exija una intervención armada de los Estados Unidos y la OTAN, la
expulsión de Libia de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, el movimiento
de buques militares y de tropas hacia este país y las declaraciones de los
portavoces del gobierno yanqui así lo confirma.
Rechazamos de manera categórica cualquier
intervención política, económica o armada contra este heroico pueblo libio, y
apoyamos y ratificamos la propuesta del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías
para la conformación de una Comisión de Paz
para así buscar una solución pacífica a los conflictos que afectan a ese
hermano país.
El Líder de la Revolución Muamar Al-Gadafi ha sido
muy categórico al exponer a la luz mundial las pretensiones de las potencias de
apoderarse de Libia y ha declarado su intención de defender la Revolución hasta
el final. Los logros de este proceso revolucionario que en 1969 derrocó al Rey
Idris se constatan estadísticamente: Libia posee el mayor Índice de Desarrollo
Humano (IDH) de África, es una de las principales economías de este continente
con el PIB más alto y la esperanza de vida más alta del continente africano.
Por razones como estas es que en Libia no ocurrirá lo que sucedió en Egipto.
Allí existe un pueblo hermano, heroico, revolucionario que defenderá hasta las
últimas consecuencias su Revolución y lo que ésta significa para el Medio
Oriente, claro está que deseamos que esto se resuelva pacíficamente y sin
injerencia de potencia alguna.
Los estudiantes venezolanos en Cuba reafirmamos
desde nuestra tribuna nuestra solidaridad a nuestro hermano pueblo de Libia, a
su Revolución, y rechazamos terminantemente los planes desestabilizadores y
bélicos del imperio norteamericano y sus lacayos de la OTAN, verdaderos
genocidas, verdaderas bestias guerreristas que en estos momentos continúan
asesinando iraquíes, afganos mientras acusan sin fundamento al Gobierno de Al-Gadafi
de “violar los derechos humanos”, ¡Qué ironía! ¡Qué inmorales son los
imperialistas y que digno es el pueblo libio”!
¡VIVIA LIBIA!
¡ABAJO EL IMPERIALISMO!
¡PATRIA SOCIALISTA O MUERTE!
¡VENCEREMOS!
CAMAGÜEY, 3 DE MARZO
DEL 2011
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