Sería imposible valorar la
importancia histórica del internacionalismo educativo del Comandante Fidel
Castro sin abordar la presencia y el accionar en la mayor de Las Antillas por
parte de los estudiantes internacionales o mejor conocidos como estudiantes cubanos nacidos en otras tierras.
En distintos escenarios se han
expuesto los logros de la Revolución Cubana en materia educativa: erradicación
del analfabetismo, mayor tasa de escolaridad de Nuestra América, el país
latinoamericano con mayor matrícula en educación universitaria, así como los
infinitos convenios bilaterales y multilaterales en los cuales miles de
profesionales cubanos de la educación han visitado decenas de países con la intención
de combatir la ignorancia, instrumento imperialista destinada a la dominación
de los pueblos.
Pero un logro indiscutible de la
Revolución encabezada por Fidel ha sido el abrir las puertas de las
universidades cubanas a jóvenes provenientes de familias humildes de todos los
rincones del globo terráqueo. Más de veinte mil jóvenes se han formado en la
Cuba revolucionaria en diversas áreas del conocimiento: medicina, educación,
ingeniería, deportes, entre otras, lo cual representa un contraste objetivo con
respecto a sus países de proveniencia en los cuales sufrieron la negativa de un
sistema antipopular que históricamente les negó el derecho a una educación
gratuita y de calidad.
¿Gratuita y de calidad?
Efectivamente. Los estudiantes internacionales no gastan ni un solo dólar, ni
un solo peso en financiar su educación en Cuba. Las universidades brindan todo
lo necesario para la formación integral de los futuros profesionales:
residencias estudiantiles, comedor, uniformes, libros, libretas y lápices, sin
contar los servicios de biblioteca, servicio médico, deportes. De igual modo es
imprescindible mencionar el hecho de compartir fraternalmente y conocer la
realidad verdadera del pueblo cubano. Todo ello ha sido posible únicamente por
el pensamiento y la acción revolucionaria de Fidel, quien valoró la importancia
vital que posee la educación en la transformación de la realidad de los pueblos
del Sur, para combatir la ignorancia, la explotación y al Imperialismo.
Escribo este breve artículo con
conocimiento de causa puesto que gracias al Comandante Fidel me formé como
docente y mediante estas letras transmito el agradecimiento de los miles de
jóvenes de todo el mundo que han obtenido su título universitario en Cuba con
el compromiso de luchar por una causa justa: la de los pobres y explotados.
Luis
Jesús Blanco Crespo
Artículo para la Fundación El Perro y la Rana.
14/12/2016