Luis Blanco Crespo.
“Yo
conocí a Bolívar
Una mañana larga
En Madrid,
En la Boca del Quinto Regimiento.
Padre, le dije,
¿Eres o no eres o quién eres?
Y mirando al Cuartel de la Montaña
Dijo: Despierto cada cien años
Cuando despierta el pueblo.”
Pablo Neruda:
Canto a Bolívar
Realmente no existen dudas sobre la verosimilitud
de este texto escrito por el gran autor chileno y fiel militante comunista:
Pablo Neruda.
Nuestra América ha resurgido de las cenizas y se ha
encaminado en el sendero de su verdadera independencia política y económica,
luego que dos siglos atrás nuestros Libertadores ofrecieran sus vidas en las
batallas por la independencia del yugo español; tanto ayer como hoy, Bolívar ha
sido el autor de las revoluciones por la emancipación de nuestros pueblos;
aunque muchos lo odiaron, otros lo traicionaron, no cabe duda que la inmensa
mayoría de los habitantes de nuestros pueblos lo respetó, lo admiró y lo siguió
sin vacilación. Hoy podemos afirmar que el Padre de la Patria, Nuestro
Libertador ha regresado hecho millones, ha regresado para cumplir su misión y
para completar y culminar lo que había dejado de hacer.
Lamentablemente la alegría que se vive en muchos
rincones de Nuestra América no siempre fue así en los últimos doscientos años:
guerras, intervenciones norteamericanas, dictaduras militares (Plan Cóndor),
magnicidios, paquetazos neoliberales, represión policial y militar, pero todos
estos acontecimientos han confluido en un mismo origen: La Agencia Central de
Inteligencia de los Estados Unidos.
Venezuela no se escapó de los embates del
imperialismo, recordemos (y vamos a recordar la historia reciente de nuestro
país) el golpe de estado de Gómez contra Cipriano Castro fiel líder
nacionalista venezolano. Juan Vicente Gómez hizo entrega de nuestro país a
Estados Unidos y la situación se hizo más trágica al ser descubierto el oro
negro en estas tierras. El derrocamiento de Isaías Medina Angarita, de Rómulo
Gallegos, la dictadura de Pérez Jiménez y luego la seudo democracia que en
cuarenta años subyugó a nuestro pueblo. Realmente ante tales circunstancias
nuestro pueblo luchó con ímpetu pero siempre fue vilmente reprimido: la
Rotunda, la Seguridad Nacional. Cantaura, Yumare, entre otros para llegar al
clímax del descontento popular y de la represión gubernamental ocurrido el 27
de febrero de 1989: el Caracazo. A este pasado neoliberal y neocolonial es
hacia donde nos quiere regresar la derecha y la oligarquía representadas por
Carriles Radonski, pero lo que aún no han entendido es que los Hijos de Bolívar
han resuelto ser libres y han adquirido conciencia de su pasado, de su presente
y de su visión a futuro.
Simón Bolívar en febrero de 1819 había sentenciado
que “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de
felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad
política”. Cualquiera que analice someramente este pensamiento bolivariano
pudiese plantear que es una idea muy sencilla de cumplir, sin embargo, éste
trasciende en primer lugar por la obtención de la verdadera independencia,
elemento que hemos alcanzado en Venezuela a partir del 2 de febrero de 1999,
día que nuestra nación dijo ¡basta! Al imperialismo y al neocolonialismo.
Como fiel seguidor del ideal bolivariano apareció
el Comandante Chávez, quien ha sido el constructor y ejecutor del pensamiento
de Bolívar. El hecho de habernos independizados política y económicamente ha
permitido a la Revolución la consecución de otros objetivos estratégicos: la
creación de las misiones, la soberanía económica y energética, la verdadera
nacionalización de PDVSA, iniciar relaciones económicas, políticas y sociales
con otros países hermanos con vistas a la construcción de un mundo multipolar,
convertir a Venezuela en territorio libre de analfabetismo, que nuestro país sea
el quinto a nivel mundial y el segundo en América Latina en matrícula
universitaria (sólo superada por Cuba), entre muchos otros logros que sin duda
han enraizado en el pueblo venezolano un profundo amor e identificación hacia
la causa de la Revolución Bolivariana y hacia la figura del Líder indiscutible
de ésta: el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
El proceso revolucionario bolivariano y socialista
avanza hacia su 14º aniversario y aún falta mucho por hacer, nuestro Comandante
ha sido muy enfático en este sentido y resalta muy agudamente la frase del
Libertador Simón Bolívar cuando expresó:" Debemos esperar mucho del
tiempo, su inmenso vientre contiene más esperanzas que sucesos pasados y los
prodigios futuros deben ser superiores a los pretéritos". Por ello es
de importancia trascendental interiorizar lo planteado por el Comandante Fidel
Castro a su entrada en La Habana en 1959: “Creo que es este un momento
decisivo de nuestra historia (…) La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda
mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será
fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil.” Esta disertación es muy
válida, en lo adelante todo será más difícil, más aún cuando el enemigo nos
ataca fuera y dentro de nuestras fronteras, fuera y dentro de nuestras filas,
encabezados por el Gigante de las siete leguas, con visión profética anunció el
Padre de la Patria: "Los Estados Unidos parecen destinados por la
Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad".
El próximo año comenzará un nuevo período presidencial y con éste la
profundización de la Revolución y con ésta la transición real del capitalismo
hacia el socialismo. Puede ser que aún existan dudas dentro de nuestras filas
ante tal aspecto en gran medida generadas por la matriz generada por los medios
de comunicación privados; es deber de todo cuadro revolucionario explicar en
cada trabajo, en cada fábrica, en cada espacio la necesidad histórica de la
construcción del socialismo, así como de sus bases teóricas y filosóficas.
Podemos contrastar dos realidades distintas: la
primera, la construcción del socialismo bolivariano, la creación de los
mecanismos de integración regional (ALBA, UNASUR, CELAC), el crecimiento
económico, la disminución de la pobreza y del analfabetismo en la región y, en
segundo lugar: las luchas que llevan a cabo los pueblos de España, Estados
Unidos, Grecia, Italia entre muchos otros que combaten contra el injusto e
inhumano sistema capitalista que les ocasiona hambre, desempleo, falta de
educación, salud y seguridad social. Al respecto se pudiese hacer una breve
comparación sobre dos acontecimientos ocurridos el pasado 1º de Septiembre: en
nuestro país se produjo el aumento correspondiente al 10% en el salario mínimo,
mientras que en España se produjo un aumento en el IVA hasta el 21%. ¿Por qué
el contraste entre ambos países? Sencillo, porque nosotros contamos con un
sistema de gobierno popular y justo que no acata imposiciones del gran capital
(entiéndase BM y FMI) y quien realmente gobierna en Venezuela es el pueblo en
la figura de Hugo Chávez.
El próximo 7 de octubre es una fecha de importancia
trascendental para la historia contemporánea y futura de la patria. Durante ese
día se elegirá entre dos modelos políticos: el socialista y el capitalista. En
los 40 años del puntofijismo se hizo verídico uno de los planteamientos de
Carlos Marx: "La burguesía produce, ante todo, sus propios
sepultureros. Su hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente
inevitables." Esos sepultureros
hoy día son millones y millones de obreros, campesino, estudiantes,
pensionados, amas de casa, intelectuales que fueron abandonados y apartados del
ejercicio político y a los que siempre se les negó sus derechos fundamentales:
vivienda, alimentación, educación, salud, seguridad social, empleo y el más
importante de todos (el que da origen al resto: la libertad), mientras que unos
pocos se beneficiaban de la renta petrolera y ejecutaban grandes actos de
corrupción. Esta gran masa proletaria y revolucionaria será la que el 7 de
octubre reafirme la continuidad de la Revolución y ratificará al Comandante
Chávez como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, sin embargo,
no debemos caer en el trágico error del triunfalismo. Debemos demostrar al
mundo entero que la inmensa mayoría del pueblo venezolano apoya al Candidato de
la Patria y aprueba la construcción del socialismo, y para tal fin hay que
reiterar el llamado a la unión, arma fundamental para el triunfo
revolucionario. En tal sentido contamos con la fuerza de la moral, de las
virtudes y de la presencia en todos los rincones de Venezuela y en nuestros
corazones con la presencia del Libertador Simón Bolívar quien nos guía con su
sabiduría: ¡“Unidad,
Unidad, Unidad, debe ser nuestra divisa”!
¡¡¡Bolívar ha vuelto para quedarse!!!