Luis Blanco Crespo.
Camarada Hugo Rafael Chávez Frías.
Presidente de la República Bolivariana
de Venezuela.
Presente.
Querido Compañero:
Durante las últimas
horas hemos seguido muy de cerca los partes noticiosos sobre el progreso luego
de su intervención quirúrgica realizada el pasado día viernes. Alegría para
todos nosotros y para el pueblo venezolano en general fue el escuchar sus
reflexiones profundas realizadas a la cadena de información TELESUR, mediante
las cuales el mundo entero ha conocido sobre su evolución y en las cuales
ratificaba su eterno compromiso ante Venezuela como máximo líder de la Revolución.
Nuestra Patria a lo
largo de su heroica y gloriosa historia ha visto nacer grandes hombres y
revolucionarios que han sabido interpretar la voz y los sentimientos del pueblo
y que han luchado por la transformación
político-social de la nación y contra el imperialismo: Bolívar, Sucre, Miranda,
Zamora, Guaicaipuro, Mara, Tiuna... Casi doscientos años después de la Rebelión
Popular liderada en Coro por José Leonardo Chirinos, el pueblo de Venezuela
conoció en 1992 a un hombre que rescató el estandarte bolivariano, robinsoniano
y zamorano y que hoy guía al pueblo venezolano hacia la conquista de su
verdadera independencia, cuyo ideal y objetivo es cumplir el sueño que Bolívar
proyectó en 1819 durante el Congreso de Angostura cuando convidó a “conceder a Venezuela un Gobierno eminentemente popular, eminentemente
justo, eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa.
Un gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno
que haga triunfar bajo el imperio de leyes inexorables la Igualdad y la
Libertad”.
Así
como las condiciones históricas a comienzos del siglo XIX originaron un
Bolívar, la incompetencia y la traición de los politiqueros apátridas de la
cuarta República dieron origen a un Hugo Chávez, que al igual que nuestro
Libertador ha sabido canalizar e interpretar acertadamente los sentimientos de
las masas populares, y quien junto al heroico pueblo bolivariano le ha otorgado
la segunda y verdadera independencia a la Gran Patria Venezolana; Esta
Revolución Bolivariana comandada por Usted, bajo las banderas del Árbol de las
Tres Raíces ha encauzado a Venezuela en el sendero de la consolidación de
nuestra independencia, tímidamente lograda en 1810 pero alcanzada con muchos
sacrificios en la actualidad, ese sendero es el Socialismo del siglo XXI. ¿Cómo
debe ser este Socialismo? Bolívar, en 1819 (cuando aún no existía la tesis del
socialismo científico), nos dio la respuesta: “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce la mayor suma
de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y mayor suma de
estabilidad política”.
La Revolución Bolivariana tiene ante sí un gran desafío: construir el
socialismo, no como un reto particular, sino como vanguardia en la nueva oleada
revolucionaria que hoy recorre a Nuestra América desde el Río Bravo hasta la
Patagonia. Es incalculable e invaluable el significado de nuestro proceso
revolucionario para los pueblos que alrededor del mundo son oprimidos y
agredidos por el imperialismo yanqui. Usted Comandante ha levantado la voz de
los que nunca habían sido escuchados, y Usted ha dicho lo que muchos no se han
atrevido a decir, por esto, y por su moral, su sinceridad y su cualidad
revolucionaria el pueblo venezolano y los pueblos honrados del mundo miran a Su
persona como ese máximo Líder y guía de los procesos de liberación nacional en
este siglo XXI.
Toda nación que se ha
liberado del yugo norteamericano ha sido víctima de la agresión del
imperialismo. Hacemos saber a Usted camarada y al pueblo de Venezuela que
nosotros, los estudiantes universitarios bolivarianos en Cuba estamos
comprometidos a capa y espada con la Revolución y con el internacionalismo
proletario. Atendiendo a esto, siguiendo nuestros principios internacionalistas
apoyamos rotundamente a los pueblos que día tras día luchan contra el
imperialismo. Repudiamos enfática y categóricamente la actitud hostil y
genocida del imperialismo en contra del hermano pueblo de Libia, víctima de una
guerra de rapiña por parte de las potencias colonialistas hegemónicas. De manera
similar nos solidarizamos con Cuba, Siria, Irán, Palestina, Sahara Occidental,
Corea del Norte y con todos los pueblos que sufren la agresión del enemigo
común: el imperio estadounidense.
Venezuela no ha
estado exenta de las agresiones yanquis, desde el propio inicio de la
Revolución, los Estados Unidos y sus siervos dentro de nuestro país han
intentado por todos los medios de derrocar al poder popular y convertir así a
la Patria en una neocolonia norteamericana. Su punto máximo o extremo lo
vivimos en los años tensos de 2002 y 2003, pero, aún con las victorias
reiterativas y contundentes del pueblo revolucionario, los yanquis no han
cesado ni un minuto en sus conspiraciones contra nuestro país. No ha pasado ni
un mes cuando nuestra principal empresa nacional: Petróleos de Venezuela S.A.
ha sido víctima de sanciones impuestas por el imperio norteamericano. Pero lo
que los gringos no saben (o no quieren entender) es que en Venezuela hay una
Revolución, y hay un pueblo enardecido, con un valor y un coraje infinito que
estará dispuesto a sacrificar su vida en pro de la construcción del socialismo
y de la Patria Bolivariana.
El
movimiento estudiantil venezolano es heredero de las más gloriosas tradiciones
de lucha revolucionaria, retoma y enarbola la bandera libertaria y
antiimperialista del ejército estudiantil comandado por el inmortal José Félix
Ribas que derrotó a los colonialistas españoles en la Batalla de la Victoria,
acontecimiento heroico que cumplirá su Bicentenario en el año 2014, hecho que
ha iluminado el camino para las luchas estudiantiles del siglo XIX y XX en pro
de la transformación del sistema social de nuestra Patria, objetivo logrado a
partir del 2 de febrero de 1999.
Desde todos nuestros
centros de estudio, distribuido a lo largo de la geografía cubana, los
estudiantes universitarios venezolanos declaramos y nuestro apoyo incondicional
a la Revolución Bolivariana, a su persona, y ratificamos que contribuiremos
inclaudicablemente a la construcción del socialismo bolivariano, como lo dejamos
por sentado en el recién concluido Primer Congreso de Estudiantes
Universitarios Bolivarianos en Cuba, donde también proyectamos estrategias para
la conformación del Polo Patriótico Estudiantil así como para la victoria del
pueblo en el mes de diciembre del próximo año para de esta forma darle
continuidad al proceso de cambios que se lleva a cabo en Venezuela. Nosotros
los estudiantes venezolanos en Cuba, quienes nos regimos por principios
antiimperialistas, internacionalistas y socialistas, guiados por el ideal
Bolivariano que tiene como pilares fundamentales la solidaridad, libertad y
unidad de los pueblos, nos pronunciamos en indiscutible y categórico rechazo a
las medidas de sanción impuestas por el estado norteamericano a PDVSA y contra
cualquier hecho que atente contra la soberanía y autodeterminación de nuestro
país.
El camino no es fácil, el camino
de las Revoluciones es turbulento, hemos alcanzado nuestra real independencia,
pero apenas es el comienzo y falta mucho por hacer. Construir una nueva sociedad
es un trabajo arduo aún más cuando el enemigo nos ataca externa e internamente,
el imperialismo y sus lacayos proyanquis, los paecistas, los santanderistas del
siglo XXI se encuentran fuera y dentro de nuestras filas, combatirlos y
derrotarlos es nuestro deber, pero sólo lo lograremos con la unión de nuestras
fuerzas. UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD DEBE SER NUESTRA DIVISA…
Le enviamos un saludo
muy especial deseando su pronta recuperación y esperando verlo caminar junto a
su pueblo en el sendero de la construcción del socialismo bolivariano, y tenga
la seguridad de poder contar con este humilde ejército internacionalista de
espíritu bolivariano y martiano de estudiantes venezolanos en Cuba, una
juventud que comprende el momento y el papel histórico que le corresponde vivir
y que grita al unísono: COMANDANTE EN JEFE: ¡ORDENE!
Nos despedimos
exclamando enérgicamente:
¡HASTA LA VICTORIA
SIEMPRE!
¡PATRIA SOCIALISTA O
MUERTE!
¡VENCEREMOS!