domingo, 9 de diciembre de 2007

Bolívar

9/ 12/ 07 (14:47 hrs.)
Luis Blanco



Hubo una vez un hombre, más grande en moral que en estatura, nació en una pequeña ciudad al pie del Guaraira Repano. Sus padres murieron cuando él aún era un niño, y quedó al cuidado de dos magníficas mujeres: Matea e Hipólita. En su juventud  embarcó rumbo  a Europa y sintió inspiración al ver la mítica figura de Napoleón Bonaparte. Junto a su maestro realizó en el Monte Sacro el juramento que marcaría su vida…
            Al regresar a su patria empezó su lucha quijotesca, fue expulsado de su país, pero no se rindió… siempre tuvo una actitud firme. En Haití juntó un grupo de combatientes se dirigió en una barca a las costas de Cumaná. Desde allí con un morral de sueños cruzó los Andes y comenzó la liberación de Suramérica: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá. En su recorrido sintió una anegación de pueblos que lo apoyaban. Con un pie en el Chimborazo y el otro en el Potosí divisó a la América unida en una sola nación. La traición, la intriga de sus antiguos compañeros le hizo renunciar al cargo de Presidente grancolombiano.
            Murió a los pocos meses, casi solo, abandonado, perseguido. Pero su ejemplo ha sido de perseverancia, de entrega. Su sueño no lo vio con sus propios ojos, pero hoy aquí estamos sus hijos, millones y millones que luchamos por construir la Patria Grande por la cual Él sacrificó toda su vida.
            Ayer dijo: “he arado en el mar”, hoy nosotros decimos: “¡Venceremos!”.
Neruda dijo sobre su persona: “Padre nuestro que estás en la tierra, en el aire, en el agua…, todo lleva tu nombre Padre en nuestra morada”
            El sol de la América está alumbrando a los pueblos, indicándole en el horizonte el nombre de nuestro Libertador Simón Bolívar: “El Gigante del Sur”… ¡Despierto cada cien años cuando despiertan los pueblos!...
¡Has despertado Padre!, Y junto a ti decimos “Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad (y la unión) suramericana ¡Vacilar es perdernos!"